Aunque salimos de Miranda con lluvia llegamos a Fontecha sin ningún tipo de precipitación que nos acompañó prácticamente durante las horas que estuvimos en el encinar. El suelo estaba sembrado de abundantes Lactarius chrysorrheus (una pasada) y aunque no nos dió tiempo a ver todo pudimos fotografiar alguna cosilla.
Una especie comestible típica de encinares con tonalidades vinosas en el sombrero y pie:
A un lado del camino vimos estas Helvella pithyophila con esas tonalidades grisáceas en ese pie surcado
Un grupito de Entolomas parecidos al lividoalbum que según una recolecta pasada de C.E.Hermosilla en el mismo sitio y así estudiado por él, pudiera ser (a falta de comprobación micro) con olor y sabor harinosos, Entoloma myrmecophilum
No había muchos pero algunos vimos…Lactarius atlanticus con esos tonos rojo anaranjados y esa peluria basal blanquecina
Detalle del pie
En zona arenosa con musgo ralo vimos unas cuantas especies pequeñitas con esas láminas tan decurrentes:
En un erial vimos Volvariella gloiocephala que a pesar de tener volva se diferencia de las amanitas por tener esporada rosácea
Dentro del bosque vimos una variedad albina del Tricholoma scalpturatum:
También encontramos éstos con esas láminas ennegrecientes de sombrero pardo grisáceo.
Estas entolomatáceas con ese pie esbelto y con olor a pescado
Estos Leucopaxillus gentianeus con esas láminas tan blanquecinas en contraste con el color del sombrero y su amargor característico
Astraeus hygrometricus, propio de terrenos arenosos, capaz de abrirse o cerrarse según la humedad ambiente y con esas lacinias tan típicas
Nos han quedado más en la recámara, algunas para estudio pero por hoy creo que suficiente.